Duele ser como una roca,
Fría, inmutable, sin vida;
Llena de historias imposibles
de contar,
Una tormenta, y ella en
silencio,
En calma, esperando el
amanecer;
Sola, incomprendida en medio de
sus semejantes,
Sin lágrimas esperando un final
que no llegará,
Con sueños delirantes de volar,
Volar a ningún lado, sólo
volar;
Humedad en su interior, polvo
rodeándola;
Perfectamente divisible, nada
la mantiene unida;
Si, a veces pienso que duele
ser como una roca.
Duele ser como una herida,
Sangrante al más ligero roce;
Entumida de dolor, infectada
por la intemperie,
Sin cura, aumentando día con
día;
En espera de la imborrable
cicatriz,
Carcomiendo toda la piel,
Sin dejar un sólo poro intacto;
Si, veces pienso que duele
ser como una herida.
Duele ser como un fantasma,
Transparente a la vista de
todos,
Ausente entre las multitudes,
Presente entre las soledades,
Consciente de la muerte,
Rezando porque lo recuerden;
Viviendo entre el viento,
Durmiendo en algún sueño;
Platicando con sollozos frente
a su reflejo,
Lágrimas de plata cubriéndole
el rostro,
Con un pasado aun distante de
su olvido,
Una rosa en su mano, y un paso
al otro mundo
Del brazo de la muerte;
Si, a veces pienso que duele
ser como un fantasma.
Duele ser como un sueño,
Creyendo ser realidad cada
noche,
Viviendo en un mundo de
fantasía;
Sobreviviendo ante el insomnio
En la mente de todos;
Y después caer muerto cada
mañana,
Si, a veces pienso que duele
ser como un sueño.
Duele ser como soy,
Que algunas veces soy como una
roca,
Impenetrable, estático a las
miradas,
Frío a las insinuaciones,
Húmedo por la soledad,
Encerrado en algún cajón,
Escondiéndome de todos creyendo
que están tras de mí;
Otras veces sintiéndome como
una herida,
Llorando sangre por mis venas,
Con algún recuerdo adolorido
infectándome la memoria,
Carcomiendo mis recuerdos,
Entumido de dolor con mi cura
en una mano distante;
También suelo pensarme como un
fantasma,
Para que nadie quiera verme,
Pensando en una vida recién
acabada,
Llorando por los rezos
olvidados,
Consciente de la muerte,
De la muerte que cuelga de mi
brazo
Arrastrándola a cada paso que
ando,
Un pasado sin olvido,
Una
lágrima y un recuerdo
Y me duele ser como un
fantasma;
Y cuando estoy sólo,
Soy como un sueño,
Llenándome de vida con cada
noche,
De una vida imaginaria, casi
como la realidad;
Con un insomnio asesino en mi
almohada,
Listo para acabar conmigo en un
instante,
Sobrevivo sólo para ver mi
muerte a manos del amanecer,
Si, a veces duele ser como soy.
Por Luis S. Rodríguez A.
Tan puro en su esencia, mi favorito en mi opinión, pues expresa lo que es y lo frágil que puede llegar a ser la mente de un completo chiflado.
Por Luis S. Rodríguez A.
Tan puro en su esencia, mi favorito en mi opinión, pues expresa lo que es y lo frágil que puede llegar a ser la mente de un completo chiflado.