tag:blogger.com,1999:blog-64662960204545750192024-03-05T05:25:02.833-08:0010:25Unknownnoreply@blogger.comBlogger125125tag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-14268555911119220122017-01-10T20:58:00.001-08:002017-01-10T20:58:31.615-08:00La mujer que nunca aprendió a leer libros<p dir="ltr"><i>Yo la conozco. Pasa todos los días por la dulcería en la que trabajo, “La cocada”.</i><br>
<i>Siempre lleva un libro en mano, por alguna razón de cabeza. Supongo que le gusta ver los dibujitos de otro modo. </i><br>
<i>A ella le gustan los cigarros Samba, siempre lleva uno. No lo entiendo, realmente no tienen buen sabor. </i><br>
<i>Un dia entró a la tienda, me dio curiosidad por lo que fuera a pedir, tomó unos dulces de café y se fue corriendo.</i><br>
<i>Al otro día le conté a mi jefe lo que había sucedido y el sólo me dijo: “dejalo así, ella esta loca y padece esquizofrenia. Se la pasa de aquí para allá con un gato que extrañamente huele a queso..."</i></p>
<p dir="ltr"><i>Seguí observando todos los días cómo pasaba por la tienda haciendo exactamente lo mismo, a ella ya no parecía importarle nada. Supongo que era libre. Luego de unos días pude notar que el gato seguia paseándose por la tienda, pero ella no. Lo supe al instante... ella había muerto. Dicen que un camión la arrolló. Quizá se desvaneció.</i></p>
<p dir="ltr"><i>Yo cuido a ese gato ahora. Bueno, más bien el me hace compañía en mi aburrido trabajo.</i><br></p>
<p dir="ltr">       (Lo que no sabes, es que me convertí en aquél gato.)</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-66570829034094604342016-11-24T18:02:00.001-08:002017-03-23T21:07:27.779-07:00Día de noche<p dir="ltr">Viernes. Suele ser como un martes. Sin emoción, sin compañía. Pero que no se lea mal, porque en realidad  no tiene nada de malo pasar el viernes solo en casa. Así piensa Eliza. Llegar a casa del trabajo, a fumar unos cuantos cigarrillos mientras sirve una copa de vino para que cuando vaya adormeciendo sus párpados, las medias de nailon estén hechas bolas debajo del sillón. Varias veces, al dejar caer la ceniza caliente restante del cigarrillo, aterriza sin querer en esta delgada prenda, provocando agujeros, arruinando las pantimedias una vez más. Este es el plan de hoy. Desde que caminaba hacia la oficina, quería que el tiempo transcurriera deprisa para saborear el añejamiento de aquella bebida. Lo necesitaba. <br>
Faltaban dos cuadras para llegar. A cada paso se arrepentía de dar el otro. Pensaba en que quizá podría faltar hoy. Comenzar desde temprano y perderse toda la tarde. Estaba a tiempo de hacerlo, pero sin quererlo, ya estaba cruzando las puertas de la oficina. <br>
Sus tacones rebotaban sobre el piso reluciente. La tomó de sorpresa un bostezo y la oportundad de estirar los brazos se hizo presente.<br>
Tomó su asiento, se arrimó hacia adelante con las piernas y le dió un soplido al rodillo de la máquina de escribir. Había mucho por hacer hoy. Quizá si faltaba en un día importante, podrían despedirla.</p>
<p dir="ltr">Llegó la hora del almuerzo. Ella se dirigió a la cafetería y se situó en el lugar de siempre, junto a unas plantas. Ya había llenado su termo de café y desenvolvió un trozo de pan de naranja que traía de casa. Ella misma lo horneó. Esta vez trajo de más y se dio cuenta de que en realidad no tenía tanto apetito.<br>
Se quedó quieta. Inmersa entre sus pensamientos. Cada vez de hundía más. <i>"Ya me quiero ir"</i>, pensba en repetidadas ocaciones.</p>
<p dir="ltr">Al otro lado de la cafetería, estaba una mesa con cinco varones. Reían y hacían bulla. Todos los días, a la misma hora, se sentaban a recrear los mismos temas de conversación. Parecía agradarles platicar de lo mismo, lo más extraño es que los acercaba más en cuestión de lazos fraternales. <br>
Es muy raro ver cómo un grupo de personas se caracteriza por caerse bien en tan poco tiempo e incluírse en la vida de cada uno, todo el tiempo. En cambio a Eliza le costaba cierto trabajo socializar. <br>
No es ella, se plantea. Es la edad. Con el paso del tiempo, uno se vuelve más callado, a veces una señora como ella, no puede seguir hablando de lo mismo como cuando era joven porque aparentemente se cae en un limbo ente juventud y vejez. Claro, también se cae en el espiral de la ridiculez. Un espiral del que no quería formar parte, así que mejor se abstenía de querer incluirse en cualquier grupo del trabajo. Parece ser que la señora Valverde era la única de edad madura entre todo el personal nuevo y joven que había en la oficina.</p>
<p dir="ltr">—¿Es pan de naranja? ¿Usted lo hizo? — Una pregunta viene a desmoronar la piramide de pensamientos de Eliza. <br>
Al girar la cabeza, se dio cuenta que Marcos era quien hacía tales preguntas.<br>
—Sí, así es Marcos. ¿Deseas probarlo? Le puse nuez. <br>
Marcos duda un poco. <br>
—Huele delicioso señora, ¿está segura de que puedo tomar un poco?<br>
—Segura, a menos que no quieras, todo está bien...<br>
—Sí, sí quiero... Con permiso...</p>
<p dir="ltr">Marcos se lleva a la boca el primer mordisco y su saliva comienza a ser abundante. Un cosquilleo peculiar aparece entre sus oídos y se extraña. Se encoge de hombros y cierra los ojos.</p>
<p dir="ltr">—Está delicioso Eliza, qué rico cocina. </p>
<p dir="ltr">Eliza se regociga por los elogios. Muy poca gente prueba lo que hace, así que son pocas veces las que escucha comentarios como estos.</p>
<p dir="ltr">—Gracias. Cuando gustes, puedo preparte una tarta completa para tu familia. <br>
Este comentario fue casi ignorado. Marcos trataba de memorizar cada bocado con el sabor. Sorbía un poco de café y parecía como si jamás hubiera probado un pan de naranja.<br>
Los demás en la mesa se acercaron a investigar qué es lo que pasaba con Marcos y por qué es que hacía esas muecas.</p>
<p dir="ltr">—¿Cree que pueda darle un poco a mis compañeros? Sólo un mordizco de su última rebanada. ¿Sí? Si quiere se la pago.<br>
—Claro, adelante. De todos modos no iba a comerla.</p>
<p dir="ltr">A los chicos les agradó tanto como a Marcos. <br>
—Oigan, dice la señora Eliza que nos puede preparar una tarta completa. Cooperemos y que nos la traiga mañana para comer. ¿Qué les parece?—<br>
Propone Marcos, y de inmediato aceptan. </p>
<p dir="ltr">Eliza tenía un cambio de planes para hoy en la noche. Nadie le había pedido anteriormente cocinar para un publico, mínimo, pero eran algunos. Pasó parte de la noche horneando y al dejar reposar en la cocina, se fue a dormir.<br>
A la misma hora del desayuno en la cafetería, Eliza desenfundó el pan y ofreció a sus compañeros. El aroma envolvía sus narices y al probarla, acariciaba el paladar de todos. Se sentaron todos en la mesa junto a las plantas. Esta vez Eliza tenía compañía de más. El pan de naranja se terminó con velocidad. Y ahora en esa mesa había más risas y más bulla que la normal. Eliza no había reído así desde hace algún tiempo. Le agradaba la compañía y no se sentía incómoda. </p>
<p dir="ltr">—¿Hoy a dónde Marcos? — Luis pregunta a su compañero, un silencio se avecina.<br>
—Qué te parece si vamos al 88.<br>
—Venga con nosotros Eliza — Propone Román, otro de los compañeros. Eliza no esperaba tal invitación. Lo mira con extrañeza y frunce el ceño.<br>
—Bueno, si quiere no... — Habla Benjamín.<br>
Valverde se queda pensando. No es una mala idea. ¿O sí? No...sí... Ay, ¿en qué estoy pensando?<br>
—¿Qué es el 88?<br>
—Un... ¡un café! Hay música de trova, luces de velas... —Agrega Benito.<br>
Se lanza una mirada de complicidad entre todos. Rebota y rebota entre sus pupilas, pero nadie dice nada.<br>
—Pasamos por usted Eliza... nomás díganos a dónde y a qué hora.<br>
Eliza parece gustarle la idea, un café, qué detalle invitarla.<br>
—Claro chicos, gracias por la invitación. Vivo en la privada de Los Tiburones a la vuelta de la Plaza Buganvilia ¿La ubican?<br>
—Yo sí, ya sé donde es. —Dice Bejamín.<br>
—Es una casa con enrredaderas por toda la pared. Número 883.<br>
—Delo por hecho.<br>
—Ah, y otra cosa... sólo llamenme Eliza.</p>
<p dir="ltr">Faltaba media hora. Ella estaba lista. Traía puestos unos zapatos bajos de color blanco y un vestido color vino. El cabello sin amarrar y en sus labios un color que combinaba con el atuendo. Fumaba un cigarrillo en el sillón y oía un último disco antes de partir. El corazón le palpitaba. En realidad ella no es muy grande. Es la mayor entre todos, puesto que ellos son recién egresados de la carrera. Ella sólo hace la diferencia con pocos años.</p>
<p dir="ltr">El sonido del claxón rebota por todo el silencio de la privada. Ella quita la música rápidamente, deja la luz encendida de la sala y coge su abrigo.<br>
Sale y el grupo de muchachos la saludan cordialmente.  Todos van amontonados detrás del aciento con tal de que ella esté cómoda en la parte delantera. Al subir, ella también saluda y se sonroja un poco.</p>
<p dir="ltr">—Luce muy linda Eliza. ¿Ya nos podemos ir? <br>
—Gracias Marcos, claro. Vámonos.</p>
<p dir="ltr">El auto se puso en marcha y la música iba a gran volumen, pero a ella no le molestaba.  <br>
Marcos llevó el auto hacia un estacionamiento casi sin luz. Eso le dio un poco de temor a Eliza. Cerraron las ventanillas del auto y salió cada uno por su lado. Ella también bajó. Cerró la puerta bruscamente y se quejó. <br>
Se dirigieron a una puertesilla y dentro de ella se situaban unas escaleras de alformbra negra. En ella habían resto de cigarro. Chicles enrredados de cabellos y polvo, el aroma a humo se persivía desde ahí. Eliza inhaló profundo, uno de sus olores favoritos estaba presente en su nariz: Aroma a tabaco con un toque de perfume. Suspiró y las ancias le mordisqueaban los talones.  Las luces de neón verdes, inundaban su cabello negro de destello. Los compañeros de atrás compartían risitas y murmullos. Eliza se percataba que este lugar no era exactamente un café. Sino un billar. Pero claro, servían café, si es que alguien lo pidiera.<br>
Llegaron a la parte superior del establecimiento, y Eliza miró a sus compañeros con desconcierto. </p>
<p dir="ltr">—¿Este es el 88?<br>
—Sí. <br>
—Y... ¿dónde nos sentamos?</p>
<p dir="ltr">Parecía no importarle a Eliza, pero en realidad, estaba llena de emoción. Ellos la toman como una mujer que no pasa de rezarle a los santos. Pero lo que en realidad ella sólo ha tomando la decición de sólo trabajar por las cosas que a ella le gustan. Le gusta estar sola. Hace tanto tiempo que lo está, pero a veces buena compañía lo agradecía. </p>
<p dir="ltr">Los muchachos eligieron una mesa con sillones. Abrieron los menús y llamaron al camarero. Eliza sacó un cigarrillo y caló la punta para encenderla. Luego, tomó la cajetilla y ofreció a los demás. Los otros tomaron sin apuro y se pasaban uno a uno los cerillos.</p>
<p dir="ltr">—Va a ser una jarra, Juan, de favor — Pide Marcos<br>
—Cómo no joven. ¿Y para la dama?<br>
—Una cerveza Cromada<br>
—En seguida les traigo.</p>
<p dir="ltr">En cuanto acabaron sus bebidas, se levantaron a jugar una partida. Tomaron los tacos y valancearon las bolas sobre la mesa. Eliza lanzaba una calada que se notaba debajo de una lampara. Uno a uno comenzó a tirar.<br>
Benito, se impulsaba temerosamente, se notaba que era de sus primeras veces jugando. Benjamín era el más experto: lanzaba la bola blanca tán rápido pero con la exacta presición, siendo acertado en todos sus tiros.<br>
Román se dejaba intimidar por Benjamín. Cada que Benja le hacía un comentario a él, este se encorvaba y fallaba los tiros. <br>
Marcos no era malo jugando, pero tampoco bueno.<br>
Y Luis simplemente se quedaba bebiendo mientras veía<br>
¿Y Eliza? Ella era buena jugando, resolvia adversidades y se la ingeniaba en los tiros. Casi no gana, pero piensa que es dependiendo los jugadores.</p>
<p dir="ltr">—Ya sabíamos que jugabas Eliza— Comenta Marcos  mientras esperaban su turno.<br>
—Ya sabía que sabían...<br>
—¿Cómo? <br>
—Casi nunca nadie pregunta de qué está uno hecho.<br><br><br></p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-32299302037936419102016-09-20T20:40:00.001-07:002016-09-20T20:50:17.655-07:00Olvida la pregunta<p dir="ltr">Hay algo curioso que me preguntó Manuel el otro día: <i>"¿Escribirías un cuento sobre mí?"</i>. El tiene clara la idea de que es la única manera en que alcanzaría la inmortalidad; a través de una historia que yo escriba. <br>
<i>"¿Sabes, Manuel? No lo haría..."</i> Contesté fría pero franca.</p>
<p dir="ltr">No lo haría nunca, porque a pesar de que tengas los labios dulces, la piel salada y me abrazas con fuerza cuando me penetras, tienes algo que me impide ser tuya de esa forma: No  me haces reír a carcajadas. No me alegras el día con un solo mensaje. No extraño tu presencia ni sufro tu ausencia. No me inspiras cocinarte una gran merienda y no dejo de hacer mi trabajo por platicar contigo. No me saben a nada los cigarrillos con tus pláticas.</p>
<p dir="ltr">Porque a pesar de ser un gran amante, no alimentas lo escencial en mí: Mi conciencia.</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-63787740160114261652016-09-03T21:40:00.001-07:002016-09-03T21:41:45.483-07:00Trago de vapor<p dir="ltr">No somos la misma cosa, pero conozco bien el camino. Hoy dentro de mis sueños me topé con la ruina y el deseo, acosada por gigantes. Uno conocido. El otro, el error. De ambos huía y trataba de volar. Pero me hallaba más inútil que una mariposa con las alas mojadas. </p>
<p dir="ltr">De un tiempo para acá, me he encontrado con la imposibilidad de volar. Trato y trato pero hay algo que pesa y no me dejea elevarme.<br>
En realidad no quiero ir a ninguna parte. No tengo la necesidad de escapar como antes. Encuentro alternativas y avanzo, más no escapo. Creo que encontré el nido, o al menos, uno provicionalmente largo.</p>
<p dir="ltr">Soy una genio, pero no creo en mí</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTDJ4C4uAHyRoJYW4ngGkv_E0yzSOBF2cgNLsAICJrWEQze_bDJBntgLUfxC9_h6cYRFrfCA8eo_GN4tW2Aw9DBQOXOKLUUuTTaeKei6Q5JJHU-XuVCD6_YfRbGqQTs5FysywMXUsO3fE/s1600/2016-07-28%25252002.01.32%2525201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTDJ4C4uAHyRoJYW4ngGkv_E0yzSOBF2cgNLsAICJrWEQze_bDJBntgLUfxC9_h6cYRFrfCA8eo_GN4tW2Aw9DBQOXOKLUUuTTaeKei6Q5JJHU-XuVCD6_YfRbGqQTs5FysywMXUsO3fE/s640/2016-07-28%25252002.01.32%2525201.jpg"> </a> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-38361142940650451422016-07-23T20:33:00.001-07:002016-07-23T20:38:26.355-07:00Amanda<p dir="ltr">Todos se preguntaban qué es lo que le había ocurrido si esta mañana parecía tan normal. Nadie se explicaba el por qué de su reacción. Simplemente había dejado de ser ella misma para finalmente convertirse totalmente en una enfermedad.<br>
A todos se les hizo extraño que no reaccionar normalmente. Su mirada parecía confundida y su memoria dejó de funcionar. <br>
El diagnóstico del doctor, decía que Amanda no iba a recuperar el sentido del tiempo jamás, que se había quedado en el pasado para siempre. <br>
Algunas veces la escuchaba decir que no quería volver a despertar nunca, pero gracias a los medicamentos y su café concentrado de todas las mañanas, la obligaban a ponerse de pie aunque así no lo quisiera, y se forzaba a realizar las mismas actividades que desde hace muchos años llevaba consigo en la rutina. <br>
Era cuestión de tiempo, yo lo sabía. Era una olla exprés sin seguro después de todo este tiempo. Sus familiares trataban de solucionar el misterio del por qué su enfermedad se la estaba comiendo. Pensaban que le había ocurrido alguna desgracia reciente, ignorando que toda su vida había sido esa desgracia. Tántas perdidas a lo largo de su vida, la estaban asfixiando hasta la demencia pero nadie se daba cuenta. Toda su maldad tenía un origen, una raíz que jamás pudo ser erradicada en su totalidad. El desprecio de su madre al nacer, la decadencia en la que vivió desde temprana edad. Ese cigarrillo a los catorce años y el alcoholismo de su esposo.  <br>
Ya había pasado antes. Ya se había ido, pero esa vez, fue cuando más lúcida estaba. Abandonó todo. No dijo adiós y no dijo por qué. Simplemente se fue con la ropa que llevaba puesta. Subió a un tren y escapó de las consecuencias. Ignorando que cuando se huye de lo inevitable, es tratar de huír de una abalancha. Tarde o temprano iba a ser sepultada. Con tierra o con nieve, o con el peso de la memoria. <br>
¿Qué será de ti Amanda? Tan lejos de tu paz, tan lejos de los sueños. Recreando una y otra vez los mismos hechos que te han hecho tan mala pero a la vez tan vulnerable. Quisiera que encontraras ya la quietud. Quisiera que no sintieras dolor jamás. <br>
Quisiera ser yo quien te pida perdón por todo lo que la vida te ha herido. Darte ese abrazo de amor y resignación que tanto necesitas. Sacarte del castigo en que que crees vivir. Hacerte renunciar al rencor y a la ira, para que simplemente cierres tus ojos y sonrías después de todo. Fumar contigo un último cigarrillo.</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-32744888037044000992016-06-12T20:43:00.001-07:002017-03-23T21:18:33.153-07:00Dialogo soñado<p dir="ltr">Después de esta semana, logré desencantarme. Pensé en perder mi cordura. Dejar que me invada la locura y soltarme por encima del mundo. Quise viajar hasta ti. Demostrarte que sigo siendo la única y que tenías que dar gracias por ello. Quería aún, que una mañana cualquiera, pudieras despertar dándote cuenta que de verdad me necesitas.</p>
<p dir="ltr">—Lo siento, ya no puedo quererte como antes. Jamás has podido atender a mi cariño. Desperdicio mi tiempo — Dije al fin, luego de que repitiera esa canción por tercera vez.</p>
<p dir="ltr">Te quedaste en silencio, como siempre. Duele más que no digas nada que lo que en realidad pudieras decir.<br>
Hablaste.</p>
<p dir="ltr">—Jamás pedí que me quisieras. El amor, o todo lo que sientes, es porque quieres que sea así. ¿Qué esperas? No corresponderé a algo que bien sabes, no existe.</p>
<p dir="ltr">No puedo enojarme, no puedo contradecir y llorar. <i>Quiero,</i> esa es la palabra. <br>
Un verbo maldito que me persigue porque también lo dejo. Cambiar algo de ello sólo complicaría todo. Esperar un agradecimiento simplemente es vanidad. Demostrarte, es demostrámelo a mí. Es no querer estar vacía y buscar un pretexto. Una burbuja de aire que sale a flote con violencia. Es como un sueño que se desvanece al principio de la madrugada. Existe algo. Pero no es lo que busco. Debería dejarlo así. No crecerá más. Envejecerá, pero si lo fuerzo, una muerte prematura será segura. </p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-87921514874817476562016-06-08T08:57:00.001-07:002017-03-23T21:19:58.671-07:00Rayo de luna<p dir="ltr">Al tratar de beber el café, ya estaba frío. Luego recordé ese sueño.<br>
Había un mensaje de voz en la contestadora y me apuré a reproducirlo.</p>
<p dir="ltr"><i>"Perdón. Hay muchas cosas que he dejado pasar por preocuparme por ustedes, que simplemente ya no las puedo dejar ir. Me hacen falta 240 créditos para que al fin pueda conseguir esa beca que tanto quería. Si me detengo, no lograré lo que yo merezco."</i></p>
<p dir="ltr">Mis ojos se inundaron, pero al final nada rodó por mis mejillas. Me duele saber que esa preocupación sea realmente un impedimento. No sé qué tan egoísta se oye decir que soy la que más te quiere. No sé qué tan triste es saber que eso realmente no importa.</p>
<p dir="ltr">Salí a buscar el autobús. Al subirme, me senté con dos conocidos. Hablaron sobre todo lo que pasaba. Pretendía escuchar pero en relidad no me interesaba qué decían. Puedo vivir triste. Enojada. Pero sólo yo tengo el poder de convertir esa sensación en un detonante. Hay lugar para todo, tiempo también. Pero no lo hay para detenerse. Los miré a ambos y sin despedirme, bajé del vehículo. </p>
<p dir="ltr">Al bajar de él no sabía dónde estaba parada. Tampoco sabía cómo regresar a casa. Sigo perdida.</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-9786684848074424092016-05-12T20:32:00.001-07:002017-03-23T21:21:57.719-07:00Noche cargada en junio<p dir="ltr"><i>(Amarte, simplemente amarte. Sin apresuros y sin miedos. Con seguridad y constancia. Tranquilamente y sin falsas esperanzas.</i><br>
<i>Es así de simple. </i><br>
<i>No espero nada, nisiquiera un gracias. </i><br>
<i>Puedo esperar envuelta en la distancia y no sentir ansias. Rechazar una ocación y seguir colgada en la esperanza sin prisas.</i><br>
<i>Puedo amarte de distintas formas sin siquiera tocarte. Demostrate cuánto te quiero sin decirlo es una tarea sencilla. Sin pretenciones, sin escándalo.</i><br>
<i>Sé que me quieres también. No estoy interesada en la magnitud ni en la forma. Con sentirlo así me basta. </i><br>
<i>Amar tu pasado, tu presente y tu futuro. Tus errores y tus aciertos. Tu ausencia y tu presencia.</i><br>
<i>Amarte a ti por sólo ser quién eres. Nada más.)</i></p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-71519875087305481222016-04-12T13:47:00.001-07:002016-06-08T09:56:31.881-07:00Astros<div dir="ltr">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Mis sentimientos son como ese vómito recurrente que sale a brote con tal efervescencia, que nada lo para. Sólo sale súbitmente. Los debo sacar para así sentirme mejor. Pero una vez hecho, la sensación de alivio, se convierte en un milagro. </div>
<div style="text-align: justify;">
A veces hablo, y no cuido lo que digo, me debilita no poder llenar las espectativas. Quiero agradar a quien se me ponga en frente para así demostrarle que soy digno de su amistad. Quiero ganarme elogios, quiero ser estrechado de la mano. Necesito un aplauso, porque sin él, no puedo asegurar mi existencia. Dejo que salga y mancha todo a mi al rededor. Todos se dan cuenta, y sin quererlo, tiro mi copa. Ya no sabía si estaba ebrio, o sólo esto que me acaba de reventar es mi ego pisoteado.</div>
<br />
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Mejor salgo. La necesidad de ir afuera es automática y camino como Dios me de a entender. El aire me refresca las mejillas y el cuello. Sostengo un cigarro, pero dejo que se consuma entre mis dedos. El suspiro en mi garganta se ve ahogado tras una calada. No me acuerdo ni con quién venía. Sólo quería ir a casa para dormir y olvidar mi puta vida. Pero al tratar de irme, mis piernas no respondían. Había una banca, a mi parecer, estaba muy cerca, pero al intentar sentarme, caí con todo el peso de mi cuerpo. Un sonido voráz rebotó por la calle, como si hubieran dejado caer un saco de papas. Una vez más, soy invadido por mis errores y soy presa de las consecuencias. Si tan sólo le hubiera hecho caso a Leticia, quien me dijo que mi suerte el día de hoy, no tenía a su lado el cosmos.</div>
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
<i>"Te lo digo Martín, hoy Marte va a estar alinedo con Leo y en eje con Júpiter. Eso quiere decir que tu alma gemela y tú, no están compartiéndo la misma energía. Hoy sus polos se repelen. Así que de que te vas a pelear con ella, lo harás, así que por favor no te dejes llevar y mucho menos, no vayas a tomar. Si te intoxicas, eso influenciará en tu equilibrio y por lo tanto... bueno, en sí, te vas a partir la madre... ¡No vayas!"</i></div>
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Recuerdo esa parte de la llamada. Era en lo único que pensaba. Paralizado hasta que recuperara un poco el sentido. Acostado como un vago. Sin dignidad y sin cordura. Luego de poder despertar, conté con la energía necesaria para poder sentarme. Pero aún no podía abrir bien los ojos. Revisé mis bolsillos para encontrar el telefono movil y llamar a Leticia. Era en la única que podía confiar. Pero lamentablemente me di cuenta que lo habían robado. Qué bajo es robarle a un puto borracho<i>.</i><i> </i>Luego, milagrosamemte encontré una moneda de cinco pesos. Me levanté un poco más ubicado y me acerqué a un teléfono de monedas. Era el único número que aún vivía en mi memoria. </div>
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
—Setenta y dos... no... — Cuelgo. — No, setenta y dos, ciento once, tres, nueve... ¡Maldición!</div>
<div dir="ltr">
</div>
<div style="text-align: justify;">
No podía ver los números. Era como esos sueños fastidiosos donde soñaba que necesitaba hablar por teléfono, pero por alguna extraña razón se me dificulta ver y no puedo atinarle a los números. Cuelgo y descuelgo, pero no puedo hacer una actividad tan simple. </div>
<div style="text-align: justify;">
Me desprendo de ahí. Tenía que ir. A ver si me quitaba la maldición de los horóscopos. O quizá a que me diga qué más debo hacer.</div>
<div style="text-align: justify;">
Me concentro, el estrago de alcohol ya había pasado. Caminé veinte cuadras y no sé cómo. Podía coordinarme para mover las piernas, pero seguramente me iba tambaleando. Eso no importó. Llegué sin apuros, como si se tratara de un felino.</div>
<div style="text-align: justify;">
Toqué su puerta y noté que ya estaba amaneciendo. El sol me había alcanzado, ojalá me convirtiera en piedra. </div>
<div style="text-align: justify;">
Leticia abrió la puerta y cuando me miró, se comenzó a reir... Sólo me limité a suspirar y a pedir ayuda para que me curara las heridas.</div>
<br />
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Dentro de lo tenue, siempre quedará la maldición que sale de mi boca. Si no me libero, nada lo hará. Dejarme caer como cascarón, fue lo ideal para que mi yema pudiera estar expuesta. De eso se trata, de exponerme. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-27894496602758018282015-10-04T19:38:00.001-07:002016-06-08T09:57:01.292-07:00Mujer Árbol<div dir="ltr">
</div>
<div style="text-align: justify;">
(A todos quisiera decirles que quiero que me entierren para ser un árbol. Sin caja, féretro, etc. No quiero ser parte del panteón. No quiero ser una piedra más en un lago de lamentos. No quero ser cremada. </div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque ya no sienta y mi cerebro esté desconectado, no quiero que algo que amé tanto, como mi cuerpo, quede a manos de la despiadada flama del infierno.</div>
<br />
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Quiero ser absorbida por la tierra. Servir de alimento para cada larva que de un huevecillo salga, se alimete de mi humedad. Que cada cavidad mía sea plagada por hongos. Quiero reencarnar entre sus cuerpos y que la tierra se nutra por mi descomposición. Luego, de las semillas que vuelan de otros árboles, engendren de nuevo la tierra. Esta vez, no nacería en un humano en mi cuna, sino en mi lecho de muerte. Esa semilla, echa raíces. Y, a pesar de estar en un lugar inmundo, el tallo se hace fuerte. Y luego mi tronco. Y al final, servir de sombra. Mirar el cielo todo el día. Dejarme azotar por los vientos. </div>
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Divertirme en verano, relajarme en otoño, dormir en invierno y despertar en primavera</div>
<div dir="ltr" style="text-align: justify;">
Que quien no se ha ido todavía, pido que se cumpla mi voluntad.)</div>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-79868828004881036152015-08-29T19:56:00.001-07:002015-08-29T19:56:33.018-07:00<p dir="ltr"><i>(Pocos hombres dominan el arte del desdén.</i><br>
<i>Saben notar la mirada de amor de quienes desean lejos.</i><br>
<i>Es natural el mantener cerca a quienes con un gesto les insitan miedo.</i><br>
<i>Conocen a la perfección la sensual indiferencia al decir no crudamente.</i><br>
<i>El arte del desdén es nato.</i><br>
<i>Es cerrar los ojos y dar la espalda sin lastimar.</i><br>
<i>Es saber que las posibilidades se cierran a sus manos.)</i><br></p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-17251556555788003092015-08-22T19:10:00.001-07:002016-06-08T09:59:41.945-07:00Moño Negro<div dir="ltr">
<div style="text-align: justify;">
El sueño de la noche anterior le despertó un poco alterada. Algo había pasado, pero al abrir los ojos, olvidó por un momento el motivo por el cual estaba tensa y un poco nerviosa. Evidentemente se había tratado de una pesadilla. Miraba al techo, decidía si volver a dormir o mejor levantarse ya. Cuando echó la cobija sobre su cabeza, el tono de alarma del celular emitió el molesto ruido matutino. Ya era hora.</div>
</div>
<div dir="ltr">
<div style="text-align: justify;">
Después de la ducha, como ya era de esperarse, colocó un poco de agua en la cafetera y el elixir negro resbalaba sobre las paredes de cristal del recipiente. No había ningún tipo de emoción. El día iba a transcurrir lento hoy. Faltaba mucho para que anocheciera y en lo único que pensaba era en dormir.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Era muy temprano para fumar? </div>
<div style="text-align: justify;">
Café y cigarrillo para el desyuno sonaba prometedor si de morir se trataba. Lento pero efectivo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mejor fruta. </div>
<div style="text-align: justify;">
Revolvió bien la miel y le echó a todas las rebanadas de melón y papaya. </div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora sí, venga un cigarro. </div>
<div style="text-align: justify;">
Desenfundó el cilindro de la envoltura de papel como espada desenvainada. Lo apretó poco con los labios y le echó la flama. Dió unos pasos hacia el balcón y al mirar con el rabillo del ojo hacia atrás, se percató de una inusual mancha en la pared.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una mariposa negra estaba pegada en ella. De gran tamaño, como de diez centímetros de ancho y cinco de largo. Con manchas cafés en las alas y un poco pelula del lomo. Daban nervios de sólo mirarla. E instantáneamente el recuerdo del sueño anterior apareció súbito ante sus ojos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Su padre había muerto. </div>
<div style="text-align: justify;">
Y la mariposa negra vino a decírselo. </div>
<div style="text-align: justify;">
Su abuela lo decía, ese tipo de insectos vienen con premonciones. No es coincidencia que tengan la forma de un moño negro. Mariposas fúnebres. </div>
<div style="text-align: justify;">
Dejó que el cigarrillo se consumiera en el cenicero y rápidamente se dirigió hacia el teléfono. Marcó el número y dio tono. </div>
<div style="text-align: justify;">
Uno...dos...tres... desconectado. Otra vez... No contesta. De nuevo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo inmaginable se hacía realidad. </div>
<div style="text-align: justify;">
Salir de dudas es fácil, cuando quieres dejar el miedo atrás. </div>
<div style="text-align: justify;">
Lo mejor que puede pasar es que quede uno como ridículo cuando se imaginaron mil cosas tontas. Pero, cuando te encuentras con el temor cara a cara, ¿qué se hace? Cuando las sospechas son ciertas, el interior lo dice. Esa cosa que llaman sexto sentido, corazonada, etc.</div>
</div>
<div dir="ltr">
<div style="text-align: justify;">
Tenía copia de las llaves de la casa de su padre, sólo debía ver si estaba, si la toalla estaba mojada, si el baño seguía húmedo, si había trastes sucios. </div>
<div style="text-align: justify;">
Tocó tres veces y entró ya de golpe.</div>
<div style="text-align: justify;">
El olor a muerte se lo dijo todo. Un olor fétido y venenoso flotaba por toda la expansión de la vivienda. </div>
<div style="text-align: justify;">
Maldita sea.</div>
<div style="text-align: justify;">
Me gustan los funerales. Me encantan los tamales que regalan, el licor clandestino pero obvio, el aroma de las flores, la luz de las velas. </div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta vestirme de negro. Pero creo que me daré cuenta de que en realidad los odio, y más porque tendré que organizar uno.</div>
</div>
<a name='more'></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-65078263081674623502015-08-15T20:13:00.001-07:002015-08-15T20:13:00.655-07:00<p dir="ltr">La vi llegar desde mi ventana. El corazón me retumbó más que otras veces. Todo estaba listo. Llevába planeando desde la última vez que nos vimos. La espero con fervor, una especie que no ha muerto nunca. <br>
A veces me pregunto el por qué sigue tan vivo desde esa vez que lloró a mi lado.<br>
Sus ojos fuertes de pronto se hicieron agua. Su voz se entre cortó y jamás la había visto tan hermosa. Ahí me di cuenta de lo humana y frágil que era. Que por más fuerte que quieras ser, algo te tumba. No importa qué.<br>
Quiero recibirla con un gran abrazo y un beso plantado en la mejilla, pero recuerdo que eso no va con ella. Me apena verla, me intimida. Pero actúo normal y río sin siquiera haberle dicho una palabra. Amo el momento en el que espera detrás de la puerta. Su vestido violeta me guiñaba e insitaba la lujuria que por más que lucho con ella, siempre se escapa, y la imaginación me toma por sorpresa. Disimulo mirando a otro lado. Quiero detener mi erección y hago como que se me cae un plato. Los pedazos volaron hasta sus pies y consigo una carcajada sonora. La misma que se hubiera salido si me hubiese descubierto.</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhic9KpUe7lD2nWLknN1fPUMWO6vUieDGeNyK-vTU8N3BPj0p0i7hyphenhyphen6DWZJqys9YhyFjlMdjhlF-jvNAJC0v1kztiJ6Hxqx2TfP5l8d4Qk7FS-RTVzUx5WgIVXgXpJoQ0yfJhqsCYyuHNg/s1600/IMG_20150806_102808.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhic9KpUe7lD2nWLknN1fPUMWO6vUieDGeNyK-vTU8N3BPj0p0i7hyphenhyphen6DWZJqys9YhyFjlMdjhlF-jvNAJC0v1kztiJ6Hxqx2TfP5l8d4Qk7FS-RTVzUx5WgIVXgXpJoQ0yfJhqsCYyuHNg/s640/IMG_20150806_102808.jpg"> </a> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-56300049325737347332015-08-15T19:54:00.001-07:002015-08-15T19:54:56.808-07:00<p dir="ltr">(Puedo asegurar por qué ahora te encuentras sintiéndote maldito.<br>
Sin saberlo y sin planearlo, me otorgaste la única chispa que te mantenía vivo. Naciste para que pudiera nacer. Siendo ese el único motivo por el cual estás en este mundo. Lo que resta de tu vida es sólo la otra parte del trato. Quizá me acuses por robarte la vida. Pero ignoras profundamente que estuviste de acuerdo todo el tiempo. Sin embargo yo supe aprovechar dicha chispa. La puse en un montón de hojas secas, que aparentemente no tenían importancia, pero que la combustión de mi ser pudo prender el fuego en el que se evaporará la tierra y el resto de nuestro destino. <br>
Sin esa luz, cariño, estás muerto.)</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-69391954199200414152015-08-13T17:49:00.001-07:002015-08-13T17:55:09.392-07:00¿Y cómo lo hace sentir eso?<p dir="ltr"><i>"¿Qué te puedo decir, Doctor? Lo que quieres escuchar, o simplemente la verdad. Porque si quieres que mienta te diré que me siento perfecta. Pero si hay que habar de mi verdad, te voy a decir que estoy jodida.</i><br>
<i>Que me comen las ansias, me come el odio y me comen los celos.</i><br>
<i>No me siento nada bien con esto. Quisiera echarlo en una bolsa junto con un grito amargo, hacerle un nudo y llevarla a perder al más inmundo de los basureros. Quisiera correr y no cansarme. Claro que volvería, porque no quiero irme a ninguna parte. Sólo es que no quiero esto que me amarra la cordura y no me hace ser razonable. </i><br>
<i>Que lo odio por ser como es. Que quisiera ser como él. Frío y calculador. Quiero caer de pie cada que me caigo, quiero regresar por el hambre y no por amor. ¿Cómo se supone que esperas que me sienta?"</i></p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-72752875329572586902015-08-11T21:37:00.002-07:002015-08-11T22:02:13.938-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i>Esperaba la lluvia con gran emoción. Nada me hace más feliz que la aproximación de la lluvia. El preámbulo suele ser infinito cuando el calor me hostiga la piel, e incluso, fugaz cuando tengo compañía. El viento previo zumba en mis oídos. Atravieza mi rostro y vuela mi cabello. Tal y como lo hace con las hojas de los árboles. Ya en el momento, quiero recostarme y sentir calor. Sentirme segura dentro de mi hogar. Y cuando termina, disfrutar de la frescura que deja tal acto. Con un aire más ligero. De desahogo. Imagino un sentimiento parecido al dolor de cabeza e hinchazón de ojos, pero así no es la lluvia. No es como un llanto, es simplemente una renovación obligatoria.</i></div>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-87943227028346049552015-08-08T22:24:00.001-07:002015-08-08T22:24:42.331-07:00Distintas Formas<p dir="ltr"><br>
Te disuelves, entre litros y litros de agua que se esparce, manando de la incertidumbre y en la necesidad ciega del hervor. </p>
<p dir="ltr">Te evaporas y vuelves a estar estático, observando, preguntándote si es que surgiré de todas las expectativas. </p>
<p dir="ltr">Te pegas al techo y parece que llora, goteando suavemente. Resbalando, comparándote con un llanto superficial.</p>
<p dir="ltr">Al fin te haces hielo, frío y sólido, pero al mismo tiempo tan frágil, esperando la caída. En un segundo podrás romperte, pero nunca pude encontrar aquél momento.</p>
<p dir="ltr">Te conviertes, como ilusión difusa. Te expandes y mi cerebro te absorbe como esponja.</p>
<p dir="ltr">Te siento, y hasta me siento ridícula pensando que es realidad.</p>
<p dir="ltr">Volátil, tomas vuelo desde el primer contacto con el aire y te desahogas. Te liberas, corres en mis oídos y silvas. Un silencio ensordecedor se hace parte de tu plan.</p>
<p dir="ltr">Escalas y derrites. Quemas y limpias. Te haces espuma y te vuelves a disolver. Logras caminar y huyes. Te haces aroma y te vuelves inolvidable. </p>
<p dir="ltr">Optas en hacerte salado, sabes que me gustas dulce.</p>
<p dir="ltr">Tus cristales rompen mis muelas. Te cuelgas, marcando mi piel. Te entierras y logras brotar con todo y raíces. Suenas, ríes, lastimas. Te cuelas y pintas.</p>
<p dir="ltr">A veces te descarcaras y emerges como pesadilla. Reactivas mi gusto. Reactivas mis ojos esos que sacaste y son tuyos.</p>
<p dir="ltr">Te vas y no vuelves. No miras atrás, pero si grito volverás. Te haces tiempo y te vuelves largo. Tu cómplice un reloj y lo detienes. Y te haces eterno.</p>
<p dir="ltr">Te formas tan espontáneo y tus grietas obtienen más hoyos. Cada vez es más difícil arreglarte.</p>
<p dir="ltr">Te desconectas y finges estar muerto. Punzas, lates y sigues rompiendo.</p>
<p dir="ltr">Te haces opaco y de la nada eres transparente.</p>
<p dir="ltr">Te sumerges y buscas superficialidad cayendo en telarañas, esperando a ser devorado.</p>
<p dir="ltr">Y callas… y lloras.</p>
<p dir="ltr">Te hundes y floreces en mi.</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-3035694539006581772015-07-27T22:13:00.001-07:002015-07-27T22:34:51.753-07:00Anoche<p dir="ltr">Las entradas propagadas, con sabores diversos en los que se clasifica la diversión; se derama tras la ruptura de un corazón.</p>
<p dir="ltr">Las salidas, tan súbitas que quebrarían cualquier noción. La tinta tan espesa que se pega y se escurre en cada poro del papel. Haciéndose inmortal, comenzando a existir.</p>
<p dir="ltr">Hay que tomarlo en serio, pues es lo que somos.</p>
<p dir="ltr">Se observan dos mesas, con dueños diferentes. Se miran y ella coge el vaso con la mano derecha. Él tiene el sabor artificial y burbujeante reposando en la garganta. Da un sorbo y un eructo se le forma en la barriga. Se observan de nuevo. Ella toma un lapicero y escribe sobre servilletas. Él tiene curiosidad de ver qué es lo que apunta. </p>
<p dir="ltr">Se observan platos sucios después de una gran merienda. Parecen estar sedientos de exprimirse el corazón. Él lanza un intento de beso al aire. El aire corresponde, pero ella lo ignora. Al ignorar, él se levanta y comienza a buscar dinero en su billetera. Deja el billete y camina al baño. Ella cruza las piernas y mira a la ventana. Como esperando a que el lugar se le derrumbara ensima, como si quisiera partirse en dos, o en mil. Como si la lluvia la disolviera por completo.</p>
<p dir="ltr">Se oyen los pasos acercándose. Él deja caer la ceniza en su falda y ella aprieta los labios.</p>
<p dir="ltr">—¿Te gustan los dulces? — La cuestiona con la mirada.<br>
—Si — Calla y su mano se queda a media trayectoria. Reacciona. La pena toma acto de presencia y la esconde entre el bolsillo de su chaleco.<br>
— Toma, odio la sandía— Dice él entre dientes y apaga el cigarrillo en el suelo. Calla y un silencio fétido gobierna el lugar.<br>
Sólo se oyen sus respiraciones y el ruido del tráfico ensordecedor, tanto que aturde.<br>
Él sale del lugar sin palabra alguna y cruza la calle sin percances. <br>
Ella sólo termina su bebida y tira los dulces al cesto de basura. </p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-76085467166238536052015-07-26T06:11:00.001-07:002015-07-26T06:11:47.029-07:00<p dir="ltr"><i>(No dejo de preguntarme a quién le sediste tu alma al fin.</i><br>
<i>Tan frágil por dentro, tan transparente.</i><br>
<i>Sin armaduras ni cascarones.</i><br>
<i>¿A quién habrá sido?</i><br>
<i>¿A quién besaste tan profundamente que se te olvidó al fin quién eres en realidad?</i><br>
<i>Lo inundaste con tu efímero amor y supiste beber la miel de la piel.</i><br>
<i>Te maravillaste tan de repente, que, estoy segura que quisiste abrazarle por la espalda un segundo después.</i><br>
<i>Pero por inercia la burbuja se cerró completamente de nuevo.)</i></p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-7282195546443533362015-07-24T19:00:00.001-07:002015-07-24T19:00:36.618-07:00<p dir="ltr">No había ropa en los cajones, faltaban los objetos personales de higiene de Silverio, todo estaba revuelto y las arañas en la pecera, sólo le aumentaban las sospechas de que a su compañero lo habían secuestrado. La tía malvada, llegó a pensar. Él por su parte, no pensaba en otra cosa que no fuese su futuro. Si Silverio nunca vuelve, entonces él tendría que seguir su camino como desde el principio. Pero tenía una extraña corazonada de que el mismo camino lo pondría en la vereda de aquél raro amante arácnido.</p>
<p dir="ltr">Para calmar sus sentimientos, comenzó por poner un poco de orden. Limpió los cristales de la pecera y siguió por sacudir el odioso polvo de los muebles.</p>
<p dir="ltr">Tomó un pedazo de tela para desempolvar los libros que ordenadamente reposaban en el librero de la sala.</p>
<p dir="ltr">Todos los ojeó pero ninguno le llamaba la atención. Hasta que su mirada recorrió el lomo y la portada de una enciclopedia de color azul. En el forro de tela le guiñó un sello dorado con la insignia de un barco. Era la enciclopedia del mar.</p>
<p dir="ltr">Hablaba desde los animales marinos, hasa los barcos. La expanción, la densi<i>dad... Parecía no tener fin.</i></p>
<p dir="ltr">Las fotografías, todas, con mucho porte y muchos colores. Aunque logicamente predominaba el turqueza del mar. Casi al finalizar el libro, habían unas páginas dobladas. La escritura en cierto modo era confuza. Pero eso no le impidió leerlo todo:</p>
<p dir="ltr"><i>"Lo extraño aquí es que llevo más de medio diario desahogando mis emociones. Me he enamorado de la libertad... Siento todo lo que me rodea y me deleito con el más mínimo roce de una hoja. </i></p>
<p dir="ltr"><i>Sé que es ridículo, pero todos los días experimento la dicha de ser humano. Cada poro, cada átomo de mi ser, se extacia con sentir el agua, el calor, el frío, el escalofrío matutino que recorre mi nuca hasta mis talones. Y cada poro del que hablaba, se levanta para temblar conmigo. Sentir la sincronía de mis músculos, todos, para contraerse al reír, desde la cara hasta mi estómago; jalar aire, que este pase por mi traquea y recorra mis pulmones para así sacar un estrpitoso sonido provocado por el diafrafma y las cuerdas vocales. Risa. Se mueve todo para denotar alegría. Algunas personas no ríen. Esto pasa cuando hay exeso de tristesa en el alma. Otra sensación que amenudo experimento..."</i></p>
<p dir="ltr">Paró de leer porque sabía que no contaba con el tiempo de sobra como para sentarse a leer el puñado de hojas que reposaban entre las páginas de la pesada enciclopedia.<br>
(...)<br>
</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilbsq3LvcrYUBZjNHPXR73sNnVyCtSaTRhREU0WS4w0-O7sU-EycjiO-imq2G3H6uzeTepLZzqERWebJFEESA3_BioHTa87T08XZhx-bM5buUL1n-JKGxD20AW7iGZX7IXRY4q0iF1y8E/s1600/Instasize_0724205030.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilbsq3LvcrYUBZjNHPXR73sNnVyCtSaTRhREU0WS4w0-O7sU-EycjiO-imq2G3H6uzeTepLZzqERWebJFEESA3_BioHTa87T08XZhx-bM5buUL1n-JKGxD20AW7iGZX7IXRY4q0iF1y8E/s640/Instasize_0724205030.jpg"> </a> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-21993237538907863612015-07-18T22:44:00.001-07:002015-07-18T22:44:27.282-07:00<p dir="ltr">(Mi rección es un largo suspiro y un profundo trago de café.<br>
Caliente, casi para que me caliente la entraña.<br>
Fuerte, para que me seque el nudo de la garganta.<br>
Bien dado. Como el beso que pretendo quererte dar cada que anuncias tu llegada con el sonido bajo del choque de tus nudillos al golpear mi puerta.<br>
¿Cómo le hace la gente para alegrarse? ¿Realmente les salen esas sonrisas espontáneamente?<br>
Yo trato. Pero la verdad es que me ponen triste las fotografías de antaño. Prefiero voltear a mi futuro y pensar en qué tan plena seré. Ignorando que ya lo soy ahora. De hecho, más que nunca, estoy segura.<br>
Pero eso lo digo para que tenga sentido este texto. <br>
Porque no quiero que se vea pobre como yo cada mañana. Tan ausente de ganas, sólo quiero estar tirada en mi cama, o en los restos de ella, viendo las caricaturas con mi hijo, mientras trato de grabar el aroma de su cabello en mi mente para cuando sea anciana.<br>
Mis consejos se tratan de ello: Reunir fuerzas y que todos nuestros sueños se hagan realidad. Pero nisiqiera sé si los míos se cumplan. <br>
Estás en ellos, por si tienes duda. Sé que no<br>
Pero me es tan difícil hacerme caso. Me desobedesco cada que me dejo la rienda suelta. Es tan difícil obligarme a algo que sé que es para mi bien. Bajo la guardia y me conciento. Me solapo. Pienso que me quiero y me soborno. Luego me siento culpable y me regaño. Vuelvo a castigarme y al verme así, tan destapada, siento pena y me consuelo. <br>
No sé educarme. No sé decirme que no. No sé detenerme.)</p>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-47394552513918018172015-07-17T17:03:00.001-07:002015-07-17T17:03:48.935-07:00Seca apariencia<p dir="ltr">Cada vez que el pensamiento tóxico retoma su lugar de nacimiento, lo hace como si se tratara de una laguna extinta a simple vista. Pero cuando comienza a llover, de poco a poco, cada día, se van acumulando charcos hasta que al fin se desborda. Y luego, viene una épica tormenta y termina lo que el hueco ha dejado sin final. Una profundidad tenebrosa y una espesura extraña. Jamás cristalina.<br>
Así pasó.<br>
Dije cosas de las que me arrepiento. Que las escucharon las personas equivocadas. Porque levantaron a cubetadas esa agua. La bebían y la escupían como agua ardiente en una limpia.<br>
Hice cosas y me contradije. Es un hábito que estoy trabajando para cambiar. Si no me cuerdo, no pasó, según yo. Los nervios me toman por sorpresa y sé que hay evidencias de lo que ha pasado.<br>
Pretendo sobornar a quien me ha oído con excusas patéticas. Juro que es la última. Por favor no se vayan a ir.<br></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhc2GbfSxrij7fUTQPpHM7Cn6-DqAJz49cK87UVu7EBXn22T55BCKp8m0fIViHvikBYTdQb7N0tkgVo0X3-tnpxEMpC8BNDxb8wljfcbYhLAUGkAoFek96IetSXs1T9BEo5g2NIeUqxiFY/s1600/2015-07-17%25252006.30.49%2525201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhc2GbfSxrij7fUTQPpHM7Cn6-DqAJz49cK87UVu7EBXn22T55BCKp8m0fIViHvikBYTdQb7N0tkgVo0X3-tnpxEMpC8BNDxb8wljfcbYhLAUGkAoFek96IetSXs1T9BEo5g2NIeUqxiFY/s640/2015-07-17%25252006.30.49%2525201.jpg"> </a> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-43827901047270198752015-06-23T18:36:00.001-07:002015-06-23T18:41:06.461-07:00Difuminado<p dir="ltr">Aquí soy sólo la exposición de la ranura en la herida. Fría y cálida a la vez.<br>
Quiero ser así. Que parezca que la piel me lastima y por eso no puedes tocarme. Pero cuando lo logras, jamás podrás irte.<br>
Frente a la interperie me penetra el aire y carcome mis huesos. Lo disfruto y me apuro a incendiar el borde del cigarrillo. La picadura en su interior truena y se desvanece. Extingo un poco de vida a cada calada y me aseguro que esos extraños me miren. <br>
Pero cuando su cabeza al fin rueda hacia mi entorno, mi espalda se encorba y mis manos veloces tapan mi desnudez.<br>
Así no puedo ser quien quiero. Necesito más dureza en mis ojos. <br>
Que no cuaquier pelusa toque mi superficie.<br>
Me han dicho no lo hagas. Ni por obligación, ni por plata. Pero quiero hacerlo. <br>
Deshacer el cascarón hermético con el que te cubres. Comenzar por esos hoyuelos en los que dejas entre ver a cada trago de ron. Quiero soplarte mi humo en la cara y que me tomes de indirecta.<br>
No vienes porque sabes que no te irás. El relámpago que ha iluminado mi retina ha iluminado la tuya.</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgx3b40JWutxt7qds_vG5cAbEDvOuZ_ZnQSNs14Vc-l0wjktJXt5G4rmqLxWoA8ky47m3AHbhdSZ33sVEhuy0lEbaZxlRIYU2j0BMhZPRiep-J8qxp6qKDfEd1oii5RUgmwus6WGAm1CY/s1600/2015-06-23%25252008.14.37%2525201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgx3b40JWutxt7qds_vG5cAbEDvOuZ_ZnQSNs14Vc-l0wjktJXt5G4rmqLxWoA8ky47m3AHbhdSZ33sVEhuy0lEbaZxlRIYU2j0BMhZPRiep-J8qxp6qKDfEd1oii5RUgmwus6WGAm1CY/s640/2015-06-23%25252008.14.37%2525201.jpg"> </a> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-33537587164197781672015-06-22T18:41:00.001-07:002015-06-23T18:24:58.973-07:00<p dir="ltr">Todo lo que le puedo pedir a la fría luz otoñal, <br>
Es que vuelva cada año puntual.<br>
Que me regale escarcha en los labios<br>
Y me de más fuerza cada que pasen los años.<br>
Mi ilusión quebrada pide un descanzo<br>
Pero lo único que necesito aquí es tu abrazo.<br>
Tibio, cordial y prolongado.<br>
Para quedarme con tu aroma, bien pegado.<br>
Quiero para mí la arruga de tu mejilla al sonreír<br>
Y un sonido fuerte, que sea el eco de tus dientes al reír.<br>
Lo quiero todo, pero no entiendo nada.<br>
Lo quiero todo, pero ya sé que el tiempo nos falta.<br>
</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6466296020454575019.post-87644421004364216512015-06-19T19:05:00.001-07:002015-06-19T19:11:31.172-07:00Tenue<p dir="ltr">De su boca salión un quejido agudo e irritante, tanto, que podía sacar de sus cabales a cualquiera.<br>
Las brillantes lágrimas que salieron de sus ojos, rodaron por toda la extención de sus mejillas. Piel suave, blanca y con un aroma delicioso.<br>
Sacó su lengua y la punta se dirigió en busca del sabor de una de las gotas.<br>
El sabor salado que esperaba, fue comprobado por sus papilas gustativas, exaltadas por el extraño sabor.</p>
<p dir="ltr">-¡Calla a ese niño!- Magnolia grita desde la otra habitación.</p>
<p dir="ltr">Es fácil pedir silencio, pero es casi imposible que sea instantáneo. Julieta prefería que si hubiese ruido, que sea de risas y gritos que de chillidos molestos. De esos que taladran los oídos.<br>
Tomó al niño de la cintura y lo cargó para que el oído del pequeño oyera su corazón.<br>
Julieta tiene la teoría de que un bebé en los primeros tres años, aún buscan el vínculo que tenían en la placenta.<br>
Cuando nació, nadie le dijo al bebé que ya estaba afuera. Se fue dando cuenta al paso de los días. Despertaba gritando porque extrañaba el calor interno de su madre y la desnudez con la que se arropaba. Aborrecía tanto la nueva cubierta que lo protegía. El algodón molestaba su piel hasta sacarle algunas ronchas. Odiaba la fría cuna y la soledad que lo invadía. Así que en esos casos, en los que el diminuto ser, daba su ruidosa protesta, Julieta lo sacaba de la cuna y le abría un lugar entre sus cobijas y su seno. El bebé amanecía con ella y no volvía a llorar en las noches. Hasta el otro día.<br>
Así ahora. El oído del niño percibía los latidos maternales. Era como volver a estar adentro. Ella producía un sonido, "Shh, shh, shh,". Dicen que ese sonido es parecido al fluír de la sangre cuando está uno adentro. Y eso lo tranquilizaba. Daba resultado. Los ojos del varón poco a poco se cerraban y despacio, iba dejándo caer su peso en los brazos de Julieta.<br>
Afuera llovía. Una sensación de bienestar los envolvía a ambos hasta el sueño.<br>
A los dos les recordaba el amor con el que los abrazaba el útero algún día.</p>
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