Transmisiones

Fue extraño verla en lo más adentro de una ilusión, tocarle por un instante y recibir el mismo impulso de electricidad que se mete por mis costillas. Tan hilarante que se ve ahí esperando nada, con cara de una completa tonta; y a decir verdad, yo la catalogaría como una idiota, y creo que es por eso que me vuelve tan loco. Pretender perderla durante algunos segundos, se vuelve para mí la espera más larga, pero el reflejo siempre me volverá a sonreír avisándome que ahí viene. Una bocarada de humo me arrebata la mirada, sale de su boca, tan jugosa. Que ni ella lo sabe. No la dejo de mirar, se vuelve tan irresistible para mí, que cuando en verdad la logro perder de vista quiero salir corriendo a buscarla por toda la maldita ciudad. Y voy de casa en casa como en el sueño anterior, pero resulta que he dormido de más y no pude alcanzar aquél cuerpo que estoy seguro que me llama. Que me llama y no se calla, que me está condenando.